La Ruta de la Seda en el Cáucaso

El famoso geógrafo Fernand Von Richthoffen fue quien utilizó por primera vez el término “ruta de la seda” en el siglo 19 por el camino comercial que se había trazado desde China. Esta ruta ya existía en el siglo 2 aC entre Asia y Europa. Un kilo de seda de China era equivalente a un kilo de oro en Europa. Por esta vía no sólo se comerciaba con seda, sino también traían joyas, telas y perfumes.

La ruta de la Seda hace referencia a una red de itinerarios de caravanas que provenía desde China pasando por Persia e India hasta el mar Negro y el Mediterráneo con el fin de llegar a Europa. No solo era una ruta comercial, sino también se desarrollaban relaciones culturales y diálogos políticos así como temas de progreso tecnológico entre Oriente y Occidente lo cual contribuyó mucho al desarrollo de los intercambios intangibles.

La ruta tenía dos desvíos uno de los cuales pasaba por el Cáucaso. Concretamente, el recorrido empezaba en Azerbaiyán (Albania caucásica) pasaba por Georgia (Iberia y Cólquida) seguía por el río Rioni hasta llegar al mar Negro y seguía el camino hacia Roma y Bizancio. Los escritos del geógrafo griego Estrabón confirman la existencia de la ruta de raza caucásica.

Después de la caída del Imperio Bizantino el mar Negro quedó bajo el control otomano y en consecuencia se cerró la puerta que conectaba el Cáucaso con Europa. Este hecho provocó problemas a la Ruta de la Seda ya que las caravanas ya no podían acceder a Europa desde el Cáucaso.

En el siglo XV se creó una ruta alternativa en el Cáucaso pasando por el este de Georgia, concretamente por Gremi.

La Ruta de la Seda y las batallas de Oriente Medio

El objetivo de todas las batallas en Oriente Medio era hacerse con el control de las rutas comerciales y la Ruta de la Seda. Este control lo intentaron los romanos, bizantinos, árabes, mongoles y otomanos entre otros muchos.

Con el desarrollo del transporte marítimo, el país perdió su función principal en la ruta. Los buques de carga transportaban la mercancía de forma mucho más segura hacia Europa.

La existencia de varias rutas comerciales en la zona del Cáucaso requería una infraestructura bien desarrollada. Por lo que se desarrollaron nuevas formas de construcción de puentes y viviendas de comerciantes. Muchos castillos y palacios antiguos son testigos silenciosos del pasado desde donde se controlaba el itinerario. Las principales ciudades de Georgia pertenecían a la Ruta de la Seda: Gori, Uplistsije, Mtsjeta y por supuesto la capital Tbilisi.

La excelente ubicación de Georgia atraía no sólo a los comerciantes sino también a los invasores ya que desde esta zona controlaban las rutas comerciales.

A día de hoy también se ve Georgia como un país estratégico con una gran importancia no sólo turística sino también económica.